viernes, 19 de marzo de 2010

Extraño deja vu

Mira, ahora todo esta en silencio, ha salido la luna detrás del cerro, puedo verla a través del cristal. Tintinean las luces de las farolas lejanas de alguna carretera que desconozco.

Prefiero salir afuera, hoy el aire sopla del sur y la temperatura es calida.
El olor de la calle me es familiar, la tierra esta empezando a despertar y siento una extraña nostalgia de algo que no si siquiera si existe, pero juraría que esto ya lo he vivido.

Miro al norte y al este, entre estos dos puntos se encuentra el cerro mas alto, con su torre y esas cinco lucecitas rojas que avisan a los aviones y que conozco de toda la vida. Las he visto desde mi primer barrio, desde el centro de la ciudad, las he visto desde muchas casas y al volver de los viajes por esa carretera. Son como estrellas que siempre estuvieron ahí, pero aun viéndolas siempre, nunca he subido allí arriba. No se por que ahora me he parado a pensarlo. Es como si todo se hubiera detenido a mi alrededor y cada cosa que miro tuviera mas presencia, estuviera ahí tratando de diciéndome algo, cosas que conozco desde siempre y hoy encuentro diferentes.

No se escucha nada, a esta hora ni pasan los coches y por no romper este momento ni siquiera te hablo con palabras sino con el pensamiento, a veces, y ahora es una de esas veces, creo que he te hablado siempre así, con el pensamiento, como esas lucecitas rojas que siempre han estado ahí.

No puedo dormir, solo miro el cerro, no consigo superar este extraño deja vu.