miércoles, 30 de mayo de 2012

Vidas


No se trata de buscar y hallar, Se trata más bien de caminar y encontrase, así, de golpe, como quien no ve venir lo que hay dos pasos más adelante.

A veces se me olvida mirar al frente y esto me lleva a dejar pasar las cosas, por despiste o por miedo, volviéndome testigo espectador de mi propia vida.

Puedo encontrar mil veces, la misma situación, la misma persona, la misma sensación y mil veces observarlo todo desde fuera, como siempre, como si esperase que una parte de mí fuera a reaccionar para, esta vez sí, cambiar las cosas, pero todo llega y todo pasa, y pasa ajeno al observador.

La noche me habla desde la brisa, que acaricia mi cara y azota mi pelo, como una amiga fiel que siempre llega a su hora.

Sus palabras son como la sombra de una idea que me persigue y que no consigo descifrar, pero aun así siento consuelo.

Qué será esta extraña nostalgia de primavera que al mirar a algunas personas o lugares parece que recuerdo cosas que nunca he vivido, como si un día atrás en el tiempo las hubiera perdido sin haber sido nunca mías.
En cambio algo dentro me hace sentir que soy yo, la niña sentada en la escalera que observa a su madre llorando en un lugar sin duda familiar, algo que reconozco como mi casa, una ventana que asoma a un campo con flores y junto a ella una mesa de madera con unas sillas también de madera.

La madre, mi madre, intenta disimular su pena haciendo aparentemente labores en la cocina, sé que algo no va bien.
Una voz me saca de esta ¿ensoñación? Y me retorna al mundo real, una mujer argentina esta apenada en la sala de espera de urgencias con un hombre alto, supongo que su pareja, esa mujer me ha traído ese extraño “recuerdo”, no se si mío, suyo o de ninguna de las dos. No me atrevo a preguntar, lo dejo pasar. Soy otra vez esa ajena espectadora de una vida, tal vez suya, tal vez mía, tal vez de las dos.

jueves, 24 de mayo de 2012

SINCRONICIDADES

SINCRONICIDAD


Interesante enlace donde se da posibles explicaciones al por qué de las sincronicidades 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Gustavo Adolfo Bécquer RIMA XIII

Tu pupila es azul, y cuando ríes
 Su claridad suave me recuerda
 El trémulo fulgor de la mañana
 Que en el mar se refleja.

 Tu pupila es azul y, cuando lloras,
 Las transparentes lágrimas en ella
 Se me figuran gotas de rocío
 Sobre una violeta.

 Tu pupila es azul, y si en su fondo
 Como un punto de luz radia una idea
 Me parece en el cielo de la tarde
 Una perdida estrella.