jueves, 10 de septiembre de 2015

Desde el alma

Hermano cuerpo estás cansado desde el cerebro a la misericordia del paladar al valle del deseo cuando me dices / alma ayúdame siento que me conmuevo hasta el agobio que el mismísimo aire es vulnerable hermano cuerpo has trabajado a músculo y a estómago y a nervios a riñones y a bronquios y a diafragma cuando me dices / alma ayúdame sé que estás condenado / eres materia y la materia tiende a desfibrarse hermano cuerpo te conozco fui huésped y anfitrión de tus dolores modesta rampa de tu sexo ávido cuando me pides / alma ayúdame siento que el frío me envilece que se me van la magia y la dulzura hermano cuerpo eres fugaz coyuntural efímero instantáneo tras un jadeo acabarás inmovil y yo que normalmente soy la vida me quedaré abrazada a tus huesitos incapaz de ser alma sin tus vísceras. Mario Benedetti