lunes, 11 de mayo de 2015

A veces

A veces extiendo mi mano en sueño o vigilia buscando tu mano, tus palabras que eran el viento mismo, tu presencia escurridiza y escondida dentro de mi propio corazón. A veces soy la niña que era, la niña que abordabas en cualquier momento con historias sin palabras. A veces el concepto de lo que eras se vuelve mundo y a través del mundo me hablas, con voz de agua y de trueno, de hojas que mece el viento, de ramas de árboles que crujen, incluso del silencio que vigila la luna, la misma luna que un día, inexplicablemente, vi caer delante de mi ventana. A veces creo que solo tú existes, aunque extienda mi mano sin alcanzarte, aunque no recuerde tantas cosas que me decías hasta que se hacen palabras o hechos, hasta que por fin encuentran una manera de expresarse aquí, donde todo es ruido, donde todo es lo que ves y lo que oyes, en esta cárcel que nos limita a los cinco sentidos. A veces extiendo mi mano y creo tocarte, creo encontrar tu mano justo guiando la mía.

jueves, 7 de mayo de 2015

lunes, 4 de mayo de 2015