miércoles, 12 de septiembre de 2012

Palabras


Acabo de terminar de leer un artículo que afirma categóricamente, entre otras cosas, que la creencia en lo espiritual no existe sino en la imaginación y necesidad de los propios seres humanos.
He conocido a personas que viven su espiritualidad de manera tan positiva que realmente me han hecho plantearme si vivimos en el mismo mundo, he llegado a pensar que mi sentimiento de espiritualidad no era tal al oír y leer a estas personas.
He conocido a personas espirituales tan negativas que he llegado a pensar que era preferible aferrarse a lo material y dejar de sufrir, por cierto sin éxito, por personas ajenas a ti.
 He conocido a personas que no son para nada espirituales ni sienten ningún interés por este tema.
Lo que nunca me hubiera podido imaginar, es que en el día de hoy,  una experiencia que tuve hace nueve años y que fue la más traumática que haya vivido jamás y que me dejó haciendo malabares durante 7 años tratando de encontrar el equilibrio en la línea que separa la cordura de la locura cobrara todo su sentido.
De repente un montón de ideas de alguien son solo un montón de letras afirmando una “verdad” que si bien es obvia para la mayoría de los pensantes no lo es tanto para unos cuantos experimentantes, por  llamarlo de alguna manera, al menos para ésta.
No me considero una sufridora cristiana buscando la recompensa del cielo ni nada remotamente parecido. Piense el pensante lo que le salga de los huevos.
Ni tan siquiera me considero una persona que lance amor al universo para que el universo le devuelva amor, piense el espiritual asimismo lo que le salga de sus sacros genitales.
Pero gracias a esa experiencia que me jodió la vida durante tiempo se muy bien el empuje que me mueve y he aprendido… algo que tal vez me vale solo a mi aunque sea algo que pertenece a todos.
Ahora entiendo el rechazo de unos y de otros, hasta el mío propio.
Pero sobre todo acabo de aprender que no puedo seguir el dogma de las letras de una biblia o un libro, aunque termine siendo excluida de todos los lados y por no pertenecer a ningún grupo o incluso sola.
Soy lo que soy, lo que mi pasado ha hecho de mí, las expectativas que tengo para mi futuro totalmente condicionadas por mis experiencias pasadas.
Si mis “malas vibraciones” te repelen pues ya sabes y si mis “buenas vibraciones” te saturan un tanto de lo mismo. Total sea como sea o haga lo que haga voy a ser juzgada
A veces hace falta tan solo un lugar solitario en la naturaleza, un poco de silencio y un soplo de aire fresco para darte cuenta de algo tan especial que cuando tratas de transmitírselo a alguien termina convirtiéndose en un montón de letras afirmando otra verdad y que nadie entiende o al menos tal como lo tratabas de transmitir… y aquí las dejo.

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