Cansancio, ¿es la palabra cansancio?,
tal vez sea desilusión la palabra mas adecuada ,si.
Una se cansa de esperar pero a la larga
de esperar una termina desilusionándose.
Al principio la impaciencia, la
esperanza. Luego poco a poco el disgusto y la noche, el sentimiento de ridículo profundo de no saber muy bien a que juego pertenece y
que pieza es.
El primer dolor es bestial,
insoportable, como una pérdida de muerte.
El segundo dolor es de llanto, de
sospechas, de preguntas.
El tercer dolor es el despertar, con
los dos primeros dolores chorreando en sus ojos como sangre que nunca
volverá a su corazón y a alimentar su cuerpo con su veneno.
El cuarto dolor es el dolor de la
certeza y el paso previo a levantar los muros. En este dolor ya no
existen las casualidades, ni las medias mentiras ni las medias
verdades.
Una divisa un corazón que huye sin
aviso o tal vez un corazón mentiroso que se aleja y mientras lo
contempla alejándose se pregunta si fue aquel mismo corazón al que
amaba tanto o tal vez todo había sido una ilusión, por lo general
el tiempo nos certifica lo segundo, los reflejos y las ilusiones.
Una vez que el muro se ha levantado
ningún dolor tiene ya sentido, ese es el momento en el que se deja
de esperar y se empieza a actuar y es en sí un gran acto de amor
propio.
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