De un tiempo a esta parte creo haber
perdido por completo la poca cordura que me quedaba.
Se con seguridad que estoy a las
puertas de algo que ahora mismo se escapa a mi control, se que si
atravieso esa puerta será un viaje sin retorno.
Estoy empezando a ver colores, sí,
colores, que a veces cruzan el aire y mi mirada, pero generalmente
los veo en el cielo.
Veo como columnas de luz, a veces de
color y otras blancas, de la misma manera que se pueden apreciar los
rayos de sol atravesando las nubes, y estas columnas de luz bajan
directamente desde el cielo a la tierra , sin nubes donde reflejarse.
A veces veo personas acompañando a
personas, personas que no están aparentemente aquí. Me cuesta un
mundo cargar con sus emociones y callar.
Puedo sentirlos tristes, alegres,
perdidos. Los siento junto algunas personas, en algunos edificios y
algunas partes de la calle.
Una vez vi un perrito acompañando a un
alcohólico andrajoso, un perrito que no veía nadie más. Tras esa
experiencia, me alegré profundamente al pensar que mi querido amigo
estaba en alguna parte, y que en esa manera tan fiel e incondicional
que tienen de querer los perros, me había perdonado por haber
tardado tanto en decidirme a sacrificarlo, en ayudarlo a cruzar al
otro lado cuando su cuerpo aquí se limitó a ser una máquina de
tortura.
He visto niños no natos pegados a su
madre o a su padre, haciéndome tambalear una serie de principios en
los que creía firmemente y causándome profundo dolor por algún
consejo dado a alguna amiga en una situación comprometida. Si estos
temas en general son difíciles de hablar, este en especial lo es
mucho más.
Dudo que alguien llegue un día a leer
esto que escribo en este rincón secreto, a la vista de todos, que es
donde mejor se esconden las cosas, pero concretamente con este tema
más de una saltará de la silla, y tras buscar mil excusas para
justificar mi delirio por hacer alusión al tema del aborto, seguirá
en su lucha de decidir si quiere o no traer un niño al mundo. Yo
personalmente, tras haber vivido las dos posiciones, entiendo su
lucha y también mi transformación.
Siempre han pasado cosas, pero desde
diciembre me parece estar viviendo, cada vez más, en un estado
psicótico permanente.
He empezado a recordar personas de otro
tiempo, las llego a sentir tan cercanas que es como si esos recuerdos
fueran de hace dos días, supongo que el tiempo en sí tiene bastante
poco sentido dentro de este mundo en el que me sumerjo cada día un
poco más.
La noche pasada, mirando la luna llena
vi destellos como de purpurina en el haz de luz que la rodea.
Los sueños han dejado de ser sueños
para ser visiones y mensajes, y parezco comunicarme continuamente con
parte del mundo vegetal, especialmente árboles.
Siento vida independiente e inteligente
en los elementos, no de una manera intelectual, como enseñan los
libros, sino de una manera real.
Algunas veces he visto cruzarse luces a
gran velocidad por delante de mis ojos y otras veces, las menos, he
visto sombras cruzando calles, que parecían entrar en un supuesto
portal, donde solo había pared y ladrillo.
Y veo también detrás de las palabras
de la gente la manipulación y la mentira, es curioso ver como la
mayoría mienten, creo que muchas veces engañándose a ellos mismos,
supongo que todos nos engañamos, unos más, otros menos.
Pero es este comportamiento de la gente
lo que más daño me hace, esta especie de juego de control a costa
de lo que sea. Entonces una se calla y da la sensación de tonta, es
un punto que duele al principio, pero que con el tiempo te sitúa en
un lugar ventajoso respecto a lo que por momentos, se va convirtiendo
en enemigo.
Poco a poco, casi sin querer y un poco
queriendo voy desconectando de las personas y de un mundo que alguien
se ha inventado, eso sí, un invento complejo donde todo parece
encajar y conectar con todo, lleno de montones de información-
desinformación de todos los gustos y colores. TODO ES MENTIRA. Esa
es mi conclusión, que por supuesto no quiero inculcar a nadie.
Tal vez estoy viviendo una especie de
muerte en donde la materia poco a poco se desmorona.
Hasta los lugares, especialmente los
construidos por los humanos, me parecen sacados de una peli de bajo
presupuesto, donde falta un montón de decorado, donde cada vez veo
más vacíos, como estar viviendo en un cubo lleno de nada. No es una
depresión, aunque en ciertos momentos tenga esos arranques. Pero al
mismo tiempo nunca he sido tan consciente de estar viva.
Es como vivir en una caja de zapatos e
ir dándote cuenta poco a poco de que es solo eso, una caja de
zapatos. Pero saber al mismo tiempo que fuera de la caja hay todo un
mundo, no se si más real que éste o menos, pero un mundo diferente
en el que TU, eres el único responsable de tus actos y tus actos son
POSIBLES.
Creo que la gran trama de esta MENTIRA
es habernos creado un mundo dentro de una caja de zapatos, mientras
unos cuantos, no se quienes, saben de la existencia del mundo fuera
de la caja.
No se con qué intenciones hemos vivido
tanto tiempo engañados, no se siquiera si fue una decisión nuestra,
pero tal vez sea la hora de empezar a DESPERTAR, si, suena a
religión, siempre he sido una persona si no religiosa, al menos
espiritual, aunque bastante anárquica con lo que me resulta difícil
seguir doctrinas ya impuestas.
Tengo la sensación y la esperanza de
que un día, cada persona tomara realmente las riendas de su vida con
todas las consecuencias, sin necesidad de líderes ni religiones, sin
la necesidad de ser manejados que parecemos tener y sin miedo a la
auténtica libertad.
No creo que viva para ver ese día en
el que comprendamos el real potencial que tenemos y la unidad que
somos sin saberlo, pero confío en que ese día llegará.
Mientras, poco a poco, sigo
sumergiéndome en ese otro mundo, viviendo mi particular psicosis y
despidiéndome poco a poco de todo y todos, porque como digo, he
dejado de creer en todo lo que conocía.
Cada día que pasa me importa menos una
cosa y así van pasando los días y sumando las cosas que ya no
importan por irreales, por eso es una despedida.
Si no me crees, para tu vida un rato
cada día, repasa todo lo que te rodea y recuerda las cosas que has
vivido y has visto y, poco a poco, con el tiempo, irás cada vez
viendo más fallos en la matriz. Solo tienes que tener valor.
Un consejo, tal vez para salir de la
caja sería interesante seguir las sincronicidades, es una de las
maneras más rápidas de ver que nada es azar, nada es como mucho
tiempo quisieron que creyéramos.